Construir el futuro

IEF. XXII CONGRESO NACIONAL DE LA EMPRESA FAMILIAR

Siempre es ilusionante volver al Congreso de la Empresa Familiar. Es un momento para reencontrarse con amigos y conocidos, para celebrar y reforzar juntos los valores que las empresas familiares compartimos. Este año nos hemos reunido en Murcia, una región en la que las empresas familiares tienen una enorme relevancia y que nos ha acogido con gran cariño y generosidad.

Antes de cualquier otra consideración, creo que es de justicia empezar esta reflexión agradeciendo a Su Majestad el Rey que, año tras año, nos acompañe en nuestro Congreso. Las empresas familiares sentimos su cercanía y apoyo, que nos animan a seguir adelante, y espero que la larga y sentida ovación que le tributamos reflejase adecuadamente el agradecimiento que merece.

El Congreso es una atalaya privilegiada desde la que contemplar el momento social y económico, tanto de España como del resto del mundo. Buena prueba de ello es la encuesta interactiva que allí se realiza y que, año tras año, representa un valioso termómetro para conocer el sentir del empresariado familiar sobre la situación y las perspectivas de la economía. Pero desde esta atalaya también es posible intuir hacia donde discurrirá el futuro y, en ese sentido, sin duda fue inspirador el diálogo entre Cristina Gallach, Alta Comisionada para la Agenda 2030, y José Manuel Entrecanales, sobre los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU para 2030. Las empresas, y especialmente las familiares –por su visión a largo plazo–, serán sostenibles o no serán.

También fue muy notable el compromiso de la empresa familiar, expresado por el presidente del IEF, Francisco Riberas, de participar en el “imprescindible cambio de modelo de educación y formación en nuestro país”. Un país en el que, como nos recordó Juan Corona, un millón doscientos mil jóvenes no estudian ni trabajan. Ese compromiso se plasmó en la firma de una declaración institucional por parte del Instituto de la Empresa Familiar y las dieciocho Asociaciones Territoriales vinculadas, que supone un ejemplo auténtico del “paso adelante” al que se refería el lema del Congreso.

Desde un punto de vista personal, a esta edición del Congreso acudía, por primera vez, como presidente del Comité Ejecutivo del Fórum Familiar. El Fórum, como es bien sabido, es el área del IEF creada para los familiares de los socios, de entre veinte y cuarenta y cinco años, que representan la continuidad generacional en las empresas del Instituto. En los últimos años, bajo la presidencia de Beatriz Molins y gracias a su excelente trabajo, así como al del resto de miembros del Comité Ejecutivo, el Fórum se ha desarrollado y consolidado, hasta convertirse en referencia y punto de encuentro para los miembros de las siguientes generaciones de accionistas de las empresas familiares. A ello también han contribuido los distintos Fórum de las Asociaciones Territoriales vinculadas, donde tanto y tan bien se trabaja para cohesionar y ayudar en su preparación a esas siguientes generaciones.

Así, en un entorno en el que hablamos mucho de sucesión, ahora me tocaba a mí recoger el testigo de la presidencia del Comité. Y, casi como debut, en el Congreso tuve el honor de moderar una mesa redonda sobre “construir el futuro”, con tres personas verdaderamente excepcionales, representantes de la siguiente generación de sus admirables familias empresarias: Inmaculada González (Alibérico), Hugo Serra (Catalana Occidente) y Pablo Lara (Planeta). Tres personas que, desmontando manidos tópicos y prejuicios, se mostraron sobradamente ilusionadas y preparadas para recibir un legado que habrán de cuidar, enriquecer y, finalmente, entregar a su vez a la siguiente generación.

Inmaculada, Hugo y Pablo compartieron, con gran generosidad, sus experiencias personales en sus empresas familiares. Los tres reivindicaron el compromiso y la innovación, transmitieron su visión de la empresa familiar como una ilusión y una vocación –y nunca como una obligación—, y animaron al resto de miembros de las siguientes generaciones a buscar su propia forma de hacer las cosas, con sencillez y flexibilidad, y sin dejar de reconocer la labor de las generaciones anteriores.

El Fórum es continuidad generacional y, en ese sentido, se puede trazar una línea que une su mesa en el Congreso con las otras dos integradas por empresarios familiares consagrados: las formadas por Juan Manuel González Serna, Alfonso Sesé y Víctor Nogueira, por un lado; y por Helena Revoredo, Tomás Fuertes y Tomás Pascual, por otro. La vocación de largo plazo, el compromiso con las personas, la cercanía o el sentimiento de pertenencia al territorio son ideas que de una u otra forma aparecieron en las tres mesas redondas y que son reflejo de una visión de la empresa familiar que se comparte más allá de las generaciones: la de que deben ser, por encima de todo, empresas con propósito.

El mensaje del Fórum sonó alto y claro en el Auditorio Víctor Villegas: la siguiente generación de las familias empresarias españolas está preparada y dispuesta para dar un paso adelante.

 

Salvador Bautista
Presidente del Comité Ejecutivo del Fórum Familiar. Bergé y Cia