XXII Congreso Nacional de la Empresa Familiar

IEF. XXII CONGRESO NACIONAL DE LA EMPRESA FAMILIAR

He tenido ocasión de asistir, un año más, a las sesiones del congreso que reúne a las empresas familiares de España, y como en ediciones anteriores, me llevo unas cuantas ideas, propuestas y reflexiones en relación con la situación e inquietudes de las familias empresarias españolas. Cada año, los contenidos del congreso mantienen un elevado interés, y la organización consigue superarse, poniendo cada vez más alto el listón para la siguiente edición.

Si bien en los medios de comunicación tiene mayor repercusión la presencia del Rey, que un año más ha mostrado su compromiso con las empresas familiares, y las intervenciones de los representantes políticos, desde mi perspectiva lo más interesante del congreso está en las otras ponencias que abordan cuestiones específicas sobre la empresa familiar y su contexto. En este sentido, el lema elegido para este año “Un paso adelante”, y los temas incluidos en la agenda del congreso dan una visión precisa de cuáles son las inquietudes de las empresas familiares españolas en este momento.

La participación de más de 600 personas de familias empresarias ofrece una oportunidad única para pulsar las impresiones de las empresas familiares, a partir de una encuesta interactiva que cada año ofrece una radiografía precisa de la situación económica en general y de las empresas de propiedad familiar en particular. Los resultados de esta edición muestran una valoración más bien positiva de la evolución de la economía española, si bien menos optimista que hace dos años. Esta impresión de cierta desaceleración queda ratificada en las expectativas de crecimiento de ventas, inversión y creación de empleo de las empresas familiares que, siendo favorables, son menores que en ejercicios anteriores. En este sentido, es de destacar que un 73% de las empresas familiares españolas vayan a aumentar sus inversiones en España el próximo año, a pesar de lo incierto del crecimiento esperado a corto y medio plazo de la economía española. En el apartado más específico sobre empresa familiar, se pone de manifiesto la orientación hacia la transmisión del legado como objetivo principal, por encima del bienestar económico de la propia familia, y se resalta la enorme importancia de los valores en la relación con los empleados, la sostenibilidad y la relación con el territorio.

Las implicaciones de la digitalización para las empresas y la inclusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como eje de la estrategia empresarial fueron objeto de dos de las sesiones del congreso, que muestran la preocupación de las empresas familiares por su actualización tecnológica y su sensibilidad hacia el entorno en el que desarrollan sus actividades. En ambas sesiones, los ponentes ofrecieron argumentos para la reflexión y para la puesta en marcha de iniciativas que permitan situar a las empresas familiares en una posición favorable para aprovechar las oportunidades que supone una nueva cultura digital, y la mayor preocupación hacia las demandas de sostenibilidad y sensibilidad medioambiental de la sociedad española, como un relevante grupo de interés. También resultó de especial interés la sesión dedicada a aprender de la experiencia de las mittelstand alemanas, con pautas que podrían ser implantadas como buenas prácticas entre las empresas familiares españolas.

Otras sesiones se centraron en aspectos más específicos de la empresa familiar, como la construcción del futuro por las siguientes generaciones, el compromiso con las personas y la repercusión social del crecimiento de las empresas familiares. En estas sesiones, celebradas en formato de debate, los ponentes fueron miembros de destacadas empresas familiares españolas que compartieron sus visiones y experiencias con los asistentes, abarcando desde la perspectiva amplia de generaciones más veteranas como la representada por el presidente del grupo Fuertes, hasta las incorporaciones de miembros familiares que aseguran la continuidad y el futuro, como las expuestas por los participantes en la sesión final del lunes.

Uno de los momentos destacados del congreso es siempre el discurso del presidente del Instituto de la Empresa Familiar, que refleja el sentir de las empresas familiares españolas. En esta ocasión, el mensaje a la sociedad se centra en las preocupaciones de los empresarios sobre la situación de incertidumbre a escala internacional, que además en España se ve agravada por las tensiones políticas, que dificultan la estabilidad y la normalidad que necesitan las empresas para trabajar y seguir creciendo. Una de las principales preocupaciones, como se ha puesto de manifiesto, se refiere a la necesidad de un acuerdo de base amplia que permita superar las deficiencias del actual sistema educativo en España. Al poner el acento sobre un factor tan estratégico como la formación, las empresas familiares muestran una vez más su compromiso con la sociedad, y con la orientación al largo plazo, como fundamento de un nuevo modelo económico que permita afrontar los retos de un mundo dinámico y cambiante. En este sentido, los datos aportados en la primera sesión del martes por el director general del Instituto, Juan Corona, muestran la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir la paradoja actual, con personas formadas que tienen que buscar su futuro profesional fuera de España, empresas que no encuentran los perfiles profesionales que necesitan, y un elevado número de jóvenes que no contribuyen de ninguna manera a la sociedad, ni mediante el estudio ni a través del trabajo.

Esta valoración sobre el congreso se quedaría incompleta sin mencionar la importante oportunidad de conocer nuevas personas, y saludar a los ya conocidos de otras ocasiones, ya que posiblemente la actividad de networking en las pausas y comidas del congreso es uno de sus principales alicientes para todos los que tenemos la ocasión de participar en cada edición.

 

Daniel Lorenzo
Director de la Cátedra Santander de Empresa Familiar de la Universidad de Cádiz